Sumérgete en el rio de Dios
Lucas 4:1-15
Reina-Valera 1960
4 Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto
2 por cuarenta días, y era tentado por el diablo. Y no comió nada en aquellos días, pasados los cuales, tuvo hambre.
3 Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan. 4 Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios.
5 Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra.
6 Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy. 7 Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos. 8 Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás. 9 Y le llevó a Jerusalén, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo;
10 porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden; 11 y, En las manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. 12 Respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios.
13 Y cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se apartó de él por un tiempo.
14 Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor.
15 Y enseñaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado por todos.
Cuando te sumerges en el rio de Dios tu nombre es activado y se enciende en ti el poder que Dios predestino para tu vida.
Nuestro Señor Jesucristo en el momento que fue sumergido en el rio de Dios, su nombre fue cambiado de Jesús el hijo del carpintero a JESUCRITO, EL MESIAS, EMANUEL, EL SALVADOR DEL MUNDO, EL HIJO DE DIOS.
El enemigo quiso tentarlo después de su ungimiento, pero como estaba sumergido en el rio de Dios se mantuvo firme en la Palabra.
Para mantenernos firmes en el Señor, primero debemos de sumergirnos en el rio de Dios.
No podemos pelear o enfrentar las batallas que Dios preparo para nuestra victoria, sino estamos sumergidos, empapados de la Gloria de Dios
La única manera que se habrán los cielos, es cuando te sumerges en la Gloria de Dios.
Es allí donde se activa tu verdadera identidad.
Mateo 3:16-17 Reina-Valera 1960
16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. 17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.
Es allí donde veras la Gloria de Dios sobre tu vida.
La tentación, el ataque, el altercado, la lucha que quería desviar la mirada del propósito de nuestro Señor y Salvador Jesucristo fue en el desierto.
No era el propósito vencer en el desierto, el propósito era y es salvador a toda la creación de Dios.
Muchas veces confundimos el desierto con el propósito de Dios para nuestras vidas, y es porque no estamos empapados del rio de Dios.
Debemos estar totalmente mojados, no secos…
El pueblo de Israel pensó que el desierto era el propósito y por ello querían regresar a Egipto.
No es el desierto tu propósito…
El desierto solo prueba que tan sumergido en el rio de Dios te encuentras, que tan lleno del agua de vida.
NO CONFUNDAS DESIERTO CON PROPÓSITO
El desierto es momentáneo, es apenas una etapa en tu vida, el propósito es eterno, trasciende de tu vida, pasa de generación en generación.
Josué 4:4-6 4 Entonces Josué llamó a los doce hombres que había escogido, 5 y les dijo: «Entren hasta el centro del Jordán, delante del arca del Señor, el Dios de ustedes, y cada uno de ustedes échese allí una piedra al hombro, una piedra por cada tribu de Israel, para que sean doce en total.
6 Ellas les servirán como prueba para que, en el futuro, cuando sus hijos les pregunten: “¿Qué significan estas piedras?”, 7 ustedes les contesten: “Cuando el arca de la alianza del Señor pasó el Jordán, el agua del río se dividió en dos partes delante del arca. Estas piedras sirven para que los israelitas recuerden siempre lo que pasó aquí.”
Nuestro Señor Jesucristo después de la etapa llamada desierto, empezó realmente su propósito en esta Tierra.
Estas preparado para salir de tu desierto….
Sumérgete en el Rio de Dios…