Pastor Otto Quemé

Pastor Otto Quemé
Lluvias de Gracia, Misión CCA

jueves, 27 de febrero de 2020

El Padre bueno y el buen Padre



El Padre bueno y el buen Padre
Proverbios 22:6 (NTV)
Dirige a tus hijos por el camino correcto,
    y cuando sean mayores, no lo abandonarán.

Proverbios 4 Nueva Traducción Viviente (NTV)

El sabio consejo de un padre

Hijos míos, escuchen cuando su padre los corrige.
    Presten atención y aprendan buen juicio,
porque les doy una buena orientación.
    No se alejen de mis instrucciones.
Pues yo, igual que ustedes, fui hijo de mi padre,
    amado tiernamente como el hijo único de mi madre.
Mi padre me enseñó:
«Toma en serio mis palabras.
    Sigue mis mandatos y vivirás.
Adquiere sabiduría, desarrolla buen juicio.
    No te olvides de mis palabras ni te alejes de ellas.
No des la espalda a la sabiduría, pues ella te protegerá;
    ámala, y ella te guardará.
¡Adquirir sabiduría es lo más sabio que puedes hacer!
    Y en todo lo demás que hagas, desarrolla buen juicio.
Si valoras la sabiduría, ella te engrandecerá.
    Abrázala, y te honrará.
Te pondrá una hermosa guirnalda de flores sobre la cabeza;
    te entregará una preciosa corona».
10 Hijo mío, escúchame y haz lo que te digo,
    y tendrás una buena y larga vida.
11 Te enseñaré los caminos de la sabiduría
    y te guiaré por sendas rectas.
12 Cuando camines, no te detendrán;
    cuando corras, no tropezarás.
13 Aférrate a mis instrucciones, no las dejes ir;
    cuídalas bien, porque son la clave de la vida.
14 No hagas lo que hacen los perversos
    ni sigas el camino de los malos.
15 ¡Ni se te ocurra! No tomes ese camino.
    Aléjate de él y sigue avanzando.
16 Pues las personas malvadas no pueden dormir sin hacer la mala acción del día.
    No pueden descansar sin antes hacer tropezar a alguien.
17 ¡Se alimentan de la perversidad
    y beben el vino de la violencia!
18 El camino de los justos es como la primera luz del amanecer,
    que brilla cada vez más hasta que el día alcanza todo su esplendor.
19 Pero el camino de los perversos es como la más densa oscuridad;
    ni siquiera saben con qué tropiezan.
20 Hijo mío, presta atención a lo que te digo.
    Escucha atentamente mis palabras.
21 No las pierdas de vista.
    Déjalas llegar hasta lo profundo de tu corazón,
22 pues traen vida a quienes las encuentran
    y dan salud a todo el cuerpo.
23 Sobre todas las cosas cuida tu corazón,
    porque este determina el rumbo de tu vida.
24 Evita toda expresión perversa;
    aléjate de las palabras corruptas.
25 Mira hacia adelante
    y fija los ojos en lo que está frente a ti.
26 Traza un sendero recto para tus pies;
    permanece en el camino seguro.
27 No te desvíes,
    evita que tus pies sigan el mal.


Padres buenos hay muchos; Buenos padres, hay pocos.
No es difícil ser un padre bueno
En cambio, no hay nada más difícil
Que ser un buen padre.

Un corazón blando basta para ser un padre bueno

Pero la voluntad más firme y la cabeza más clara son todavía poco para hacer un buen padre.

El buen padre dice sí cuando es sí y no cuando es no.

El padre bueno sólo sabe decir sí.

El padre bueno hace de su niño un pequeño Dios

Que acaba en un pequeño demonio.

El buen padre no hace ídolos.
Vive la presencia del único Dios.

El padre bueno encoge la imaginación del hijo con juguetes del bazar.

El buen padre echa a volar la fantasía del hijo dejándole crear un aeroplano con dos maderas viejas.

El padre bueno cumple a todas las voluntades del hijo ahorrándole esfuerzos y responsabilidades.

El buen padre templa el carácter de su hijo llevándolo por el camino del trabajo y del esfuerzo.

Y así, el padre bueno llega a viejo decepcionado y tardíamente arrepentido.

Mientras que el buen padre crece en años respetado, querido, y es, a la larga, comprendido.

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